La economía brasileña creció a su mayor ritmo en casi tres años durante el segundo trimestre, superando las expectativas de los analistas tras una batería de medidas de estímulo que impulsaron las inversiones y la producción industrial.
Brasil creció un 3,3% en el segundo trimestre en tasa interanual, según el reporte publicado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE, estatal), lo que también fue más alto que la estimación de un avance de un 2,5%.
El sector agropecuario fue el que se destacó con un crecimiento de 3,9%, seguido por el industrial (2%) y los servicios (0,8%), precisó el IBGE en su página web. En comparación con el segundo trimestre del año pasado, el Producto Interno Bruto (PIB) brasileño creció 3,3%.
Las cifras sugieren que, a diferencia de México, Brasil logró sustanciales avances en una dolorosa recuperación que ha demorado mucho más de lo previsto debido a los problemas de infraestructura y una inflación persistentemente alta.
Sin embargo, indicadores de confianza y el crecimiento del empleo se han deteriorado desde junio tras una enorme ola de protestas, sugiriendo una fuerte caída en el tercer trimestre.
Con la economía brasileña frenada desde que la presidenta Dilma Rousseff llegó al poder en 2011, su Gobierno ofreció decenas de miles de millones de dólares en medidas de estímulo como exenciones fiscales y líneas de crédito subsidiado.
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